El Karma de Vivir al Sur

¿Quién dijo que todo está perdido? ¡Yo vengo a ofrecer mi corazón!

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Location: entre Coquimbo y Valparaíso, Chile

Sunday, October 15, 2006

El éxito y la escuela

AtinaChile es una página inspirada en (y yo creo que promovida por) Fenando Flores; es una página comunitaria muy recomendable en la que participan miles de chilenos de lo más variopintos que sueñan con un Chile mejor y creen que 1) hay que trabajar por hacer esos sueños realidad y 2) que AtinaChile es un lugar para hacerlo.
La semana pasada leí un post en Atina..un artículo en que muestra a varias personas sumamente exitosas en distintos ámbitos, que no se destacaron precisamente por su educación formal (no fueron al colegio o éste no fue tan relevante en su éxito).

Quedé con un gusto raro al leerlo.
El punto de mi inquietud no era, por cierto, la relación entre escolaridad y éxito, sino en el concepto implícito de éxito allí connotado: la plata.
Así cada enxiemplo de exitoso iba validado por la cantidad de millones según, me parece, Forbes.

* * *

Hoy hay un sol maravilloso, y desperté al son de los pájaros: chincoles, sobre todo. De pronto cambié la música (escuchaba una sonata para viola de Bach) y puse el "Canto para una Semilla" del cual una vez postié algo (ver, si quieren, y también aquí) .
Entonces escuché los versos, y nació este post/comm.

Por supuesto que no es necesaria la escuela para tener éxito, pero tampoco amasar fortunas, digo yo.

Ah, y los versos:

"...Semana sobre semana
trascurre mi edad primera.
Mejor ni hablar de la escuela
la odié con todas mis ganas
del libro hasta la campana
del lápiz al pizarrón
del banco hasta el profesor.
Y empiezo a amar la guitarra
y donde siento una farra
allí aprendo una canción.
* * *
Y como nací pat'e perro
ni el diablo me echaba el guante
si con la escuela inconstante
constante para ir al cerro.
Lo paso como en el destierro
feliz con los pajarillos
soñando con angelitos.
Así me pilla fin de año
sentada en unos escaños.
¡Quisiera ser pajarillo!"

Vale.

Sunday, October 01, 2006

La vida que osamos soñar

"No es la vida que vivimos, es la vida que osamos soñar", reza el epígrafe de uno de los blog de Palimsesto.

Por cómo ha ido mi vida, supongo, frases como esa, y los encuentros con personas que son capaces de soñar y, más aún, de llevar sus vidas bajo la luz de sus sueños me tocan muy profundamente.
Admiro a quienes sueñan y tienen el tesón de construirlos.
Tal vez por eso encontré y admiro a Munieca, a Pola(f), a Palimpsesto.

Y todo esto es porque me encontré con esta página, la de Francisca Valenzuela. Tiene 19 años; ha publicado uno (o dos, no me acuerdo) libros de poesía, toca piano clásico, y ha compuesto algunos temas pop y medios jazz pop nada mal.

Y porque cumplí 44 años, vaya, y a veces me siento tan feliz.

Y a veces no encuentro razones para ello.

Y a veces me sobran.



Y porque he vuelto a soñar.