...
A mi amigo A. que dejó de rezar en un acto de impecabilidad.
A Nadie.
A todos los que saltamos al vacío, soñando
con una manos infinitas amantes,
o soñando con una nada,
a la que hay que dar forma a fuerza de otros sueños.
Haz un hueco en tus manos inmensas y déjame dormir ahí,
mientras los pliegues de tu palma me abrigan, descuidados, los pies.
Sálvame de tanto desamor y deja caer tu pelo haciendo noche en este día desierto.
Haz brisa con un poco de tu aliento y deja que los ojos se queden por un minuto sobre mis huesos tendidos, para sentir que estás ahí.
Ven y no me dejes explicar lo que sucede. No dejes que me ponga a tirar letras como piedras sobre el papel.
Hazme dormir como una vez cuando era niña.
Que tu abrazo aquiete mis movimientos, me proteja de los temblores, ahuyente las tormentas
y líbrame de todo mal, señor.
Amén.
y líbrame de todo mal, señor.
Amén.
(el poema-oración es de Nadie. Se llama dios, y lo publicó aquí)
5 Comments:
hola tarde pero llega,es hermoso, pero triste y todo es por algo. Lo que escribes lo que piensas, el caminar de la vida que dejas y dejas de pensar. Todo sigue acompañado de lo que pusistes librame.........Me gusto. cuidate.
Que buen poema, que linda oración.
Saludos!
A futuros anónimos: poned vuestros nombres, plis.
Y gracias por visitar(me) y dejar sus comentarios.
carlos, gracias por compartir mis rezos, por leer lo que escribo y darle sentido, por esta dedicatoria tan dulce
Gracia por recorrer esta blogósfera y mostrarnos cosas tan bella. Pero yo sé que si tú no fueras así de bello no las verías.
Me encanta saber de ti.
Un Beso querido amigo
PD: ¿cuándo por aquí para un café?
Nadie: bella oración que resuena en mi alma. Gracias
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